lunes, 1 de febrero de 2010

Influencias protectoras - en you tube -



CAPITULO XIII
SUEÑO Y SALUD
Influencias protectoras

en you tube, aqui
https://www.youtube.com/watch?v=vtCE1VYXmfc

Hay maneras de protegerse a sí mismo de las influencias enemigas, y conviene estar bien enterados de estas cosas que pueden amenazarnos, para poder tomar las precauciones necesarias en esa emergencia.
Cuando vivimos una vida de pureza y nuestros días están llenos con el servicio a Dios y a nuestros semejantes, manteniendo siempre pensamientos nobles y realizando buenas acciones, entonces nos creamos la áurea Vestidura de Bodas, que es una fuerza radiante para el bien. Ningún mal puede penetrar esta armadura, porque el mal actúa como un bumerang y retorna hacia aquel que lo lanzó.
Está comprobado que cada ser humano está envuelto por una atmósfera áurica. Muchas veces sentimos la presencia de una persona a quien no vemos, y si sentimos su presencia es porque percibimos esa atmósfera exterior a nuestros cuerpos. Esta aura va cambiando gradualmente y se va haciendo más y más dorada en el Occidente. Cuanto más nos identificamos con el Sol, tanto más aumenta el color dorado de la misma, que es el color del Cristo, de los verdaderos cristianos, de los santos a quienes los pintores pintaban siempre con un halo. Gradualmente nos vamos asemejando más y más a Él, y este soma psuchicon o cuerpo anímico está tomando forma y aprontándose para convertirse en nuestro "vestido de bodas".
Pero, desgraciadamente, ninguno de nosotros es completamente bueno. Conocemos demasiado la guerra trabada entre la carne y el espíritu. No se nos oculta el hecho de que, como decía San Pablo, "el bien que quisiéramos hacer no lo hacemos; y el mal que no queremos, ése hacemos". Con demasiada frecuencia nuestras buenas resoluciones se reducen a nada, y cometemos el mal sólo porque nos resulta más fácil. Todos tenemos el germen del mal dentro de nosotros mismos, lo que viene a ser como un “sésamo ábrete” para las potencias maléficas que quieran obrar por nosotros. Por ese motivo, es mejor que no nos expongamos innecesariamente yendo a los lugares en que se efectúan reuniones espiritistas y concurren entidades invisibles para nosotros, por más hermosas que puedan parecer a primera vista todas sus enseñanzas. Y mucho menos debemos tomar parte como espectadores en demostraciones de hipnotismo, porque la actitud negativa que uno suele adoptar en esos casos puede conducir fácilmente a la obsesión. En todo momento deberíamos seguir el consejo de San Pablo y revestirnos con la armadura de Dios. Debemos ser siempre positivos en nuestra lucha por el bien y contra el mal, y nunca dejar pasar la ocasión de colaborar con los Hermanos Mayores en palabras o acciones, en la Gran Batalla que se da por la supremacía espiritual.

del libro "Principios Ocultos de la Salud y la Curación", de Max Heindel





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